"Reflexionemos"

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miércoles, 20 de enero de 2016

Pérdida de rumbo en la educación: EDUCAR VOLVIENDO AL ORIGEN. (I)

La carta de Diego a sus padres, un niño de sólo once años que se quitó la vida por el acoso que sufría por parte de sus compañeros, ha sido la chispa que ha incendiado mi alma. Siento que solo puedo apagar lo que me quema por dentro escribiendo este post.
Sin entrar en las causas propias de este caso y tras reflexionar profundamente sobre la educación en España, expondré el que es, bajo mi punto de vista, el principal defecto que existe en los aularios de todos los colegios e institutos públicos, concertados y privados.
El principal defecto es UNA PÉRDIDA TOTAL DE RUMBO en la educación. Casi ná.
Paso a explicarlo.
Si pensamos en el origen de la educación y nos acordamos de los antiguos maestros, tendremos claro que el maestro era un transmisor de información cuando ésta era total o parcialmente inaccesible por parte del alumnado.
El alumnado escuchaba al maestro "dar la lección" y sólo así tenía acceso al nombre de los rios de España, los reyes godos, la suma, la multiplicación, las figuras literarias, etc.
Esto, sin duda, tenía una utilidad importantísima entonces, pues así se "democratizaba" el saber, haciéndolo accesible a todo el mundo. A todo el mundo que acudiera a una escuela, claro está.
Hoy en día esto carece totalmente de sentido, pero se sigue haciendo.
Carece de sentido porque en el siglo XXI es absurdo transmitir información ya que ésta está disponible en Internet que ha sido la gran revolución de este siglo, equiparándola, por qué no, a la revolución industrial.
Se sigue transmitiendo información pese a que en el currículo oficial se hace hincapié en que el alumno tiene que "aprender a aprender" y el maestro ha de dotarle las herramientas para ello, pero esta frase que queda muy innovadora, se queda sólo en eso, una frase.
Las clases suelen ser, al igual que antes, aprovechadas para llenar al alumnado la cabeza de conceptos que normalmente no tienen motivación para aprender porque "les cae bastante lejos". Es decir, está fuera de sus intereses.
Los maestros se ven obligados a cumplir con los objetivos que vienen en el currículo oficial (hoja de ruta que debe seguir cualquier maestro si no quiere ser sancionado por el inspector de educación) programa que saca a la luz el Ministerio de Educación y que cambia tras cada ley de educación.
Los objetivos suelen ser del tipo "conocer la geografía de la comunidad autónoma a la que pertenezca", "aprender como funciona el aparato respiratorio", etc.
Aparecen también contenidos redactados en este documento, así como actitudes y procedimientos para llegar hasta el objetivo y evaluación del mismo.
Todo esto lo eligen "unos pedagogos" que elaboran el currículo oficial y que nadie sabe sus nombres ni apellidos.
Podría añadir además que siendo cada alumn@ de "su padre y de su madre" cada un@ tendrá intereses diferentes en un futuro, por lo que enseñar lo mismo a tod@s es una discriminación per se, puesto que unos alumnos irán a la universidad, otros harán módulos, ... etc. 
Yendo más allá aún, podría decir que el único objetivo de cada etapa educativa es preparar para la siguiente etapa. En infantil se prepara para primaria y en primaria para "tener base " para secundaria y así sucesivamente.
Viendo todo esta amalgama de conocimiento que se pretende instalar en las cabezas del alumnado en una época en la que la información fluye por toneladas a nuestro alrededor, me surge una pregunta. ¿Para qué?
Si el fin último de la educación es que el alumnado vaya pasando etapas educativas con éxito es, cuanto menos,un fin muy poco ambicioso.
Me pregunto:
¿Cuándo se prepara al alumnado para la vida?
¿Cuándo y cómo se educa en y con valores?
¿Cuando se prepara al alumno para entender lo que siente?
¿Cuando se prepara al alumno para entender al que tiene al lado y ponerse en su lugar?
¿Cómo y cuando se le enseña al alumno a quererse a si mismo y a los demás?
...

En el currículo oficial aparecen una serie de contenidos transversales que se supone que tienen que darse de manera "transversal" como su propio nombre indica. Estos contenidos deben aparecer en todas las asignaturas, PERO ni se examinan, ni se evalúan por parte de la Administración, ni si quiera hay un soporte documentado para guiar al docente. Esto se deja al libre albedrío del maestro que en algunos casos hablará de ellos mucho, en otros poco y en otros nada.
Estos contenidos transversales son Educación para la paz, Educación para el consumo, Educación medioambiental, etc.
Algunos pensarán que con la asignatura de ética el alumnado va servido ya de sobra, pero la triste realidad es que no es así, se comprueba a diario. Lo que le ha pasado a Diego es uno de miles de casos. Sé que habrá muchos niños y niñas que habrán escrito o pensado en escribir una carta como la suya aunque después no hayan dado el siguiente paso.
Por el bien de la humanidad, humildemente creo que esto debe de CAMBIAR.

En la segunda parte de esta entrada expondré cómo, a mi parecer, debería ser ese cambio.



 "...sino ayudar a todos si fuera posible. Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias..." "... Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco. Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo...."
(Charles Chaplin)





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